El desparpajo, la insolencia, esa casi infantil búsqueda de límites y todo lo que conocemos de Cabito, a partir del 19 de agosto quedará adentro de una caja.
El sexo pensado a través de la pornografía. La sexualidad de nuestros padres. La torpeza del despertar sexual. Casi se podría contar la historia del mundo moderno a través de estas tres consignas. Pero en lugar de hablarle al mundo, Pervertido por Accidente habla casi al oído de sus espectadores. La timidez y la reflexión dominan el tono de la obra. No hay verdades absolutas, solo hay chistes más efectivos.
Con la dirección de Enrique Federman, Cabito se prueba la piel de un personaje que está lejos de ser su alter ego. En Pervertido Por Accidente el humor no es solo el género de la propuesta. El humor es la herramientas mordaz para decir lo que de otro forma jamás podría decirse. No debemos olvidar la excelente adaptación realizada por dos grandes comediantes Pablo Fábregas y Fernando Sanjiao.
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