Los homenajes suelen ser tardíos, o incluso, quizá cada vez con más frecuencia, demasiado tempranos. Este homenaje, que con el nombre Territorio Gandini organiza ahora el Centro de Experimentación del Teatro Colón, parece llegar con doble puntualidad: el CETC cumple 20 años, y el compositor Gerardo Gandini fue el primer director de ese centro de vanguardia fundado a instancias de Sergio Renán.
En un ciclo de tres conciertos sucesivos coordinados por el compositor Marcelo Delgado, hoy y mañana, a las 19.30, y pasado, a las 17, se desplegará una profusa retrospectiva, con piezas que en algunos casos no se escuchan en Buenos Aires desde hace treinta años. En el cierre de este imprescindible miniciclo se le entregará además a Gandini el diploma de Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Hay repeticiones en los repertorios, pero cada una de las funciones presenta sus singularidades y sus sorpresas.
Los conciertos empezarán durante la entrada del público, con partes de sus Diarios , una obra continuamente in progress. Haydée Schvartz y Elías Gurevich tocarán hoy Estudios para violín y piano; Schvartz, la Sonata para piano N° 2 , y el flautista Sebastián Tellado Arnold strikes again. También se oirán JSB: Quodlibet, Tri-Onerion y Canciones de Lorca, con la cantante Cecilia Pastorino. Mañana, Patricia García y Juliana Moreno presentarán A Cow in a Mondrian Painting , para dos flautas, y Estudio para la descripción de la luna para flauta baja. También ese día, Martín Devoto interpretará la Sonata para che lo y el pianista Ernesto Jodos hará lo mismo, en trío, con Eusebius -en verdad, algo bastante parecido a lo que en las artes visuales se llama intervención- y participará luego en Porgy´s Dream . Dos piezas prácticamente desconocidas, Fuggevole , para sexteto, y Laberinto III , para coro, aparecen programadas para el domingo.
Pero todo este Territorio Gandini estará dominado, además de por el descubrimiento de piezas poco transitadas, por una trama amistosa: varios de los intérpretes están asociados desde hace mucho tiempo con el compositor, y tanto el escritor Ricardo Piglia (libretista de la ópera La ciudad ausente ) como Jodos, ambos compañeros de aventuras musicales e intelectuales, mantendrán charlas públicas con él. Finalmente, la obra de Gandini marca también un territorio: aquél en el que su música fue construyéndose como el diálogo inmanente e incesante con la música en un sentido histórico, y el diálogo que esa obra mantiene desde siempre consigo misma.
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